El oxígeno técnico se utiliza para cortar y soldar productos metálicos.
La llama que se forma durante la combustión de esta sustancia tiene una temperatura de unos 3000 ° C, que es suficiente para soldar la mayoría de los metales.
El gas utilizado para el tratamiento de productos con llama de gas debe contener al menos un 99,2% de oxígeno.
A una concentración más baja, el consumo de gas aumenta drásticamente y la calidad del procesamiento se deteriora.
Al realizar soldaduras o cortes, el oxígeno se suministra desde instalaciones especiales, estaciones de compresión o cilindros.
Debido a la baja densidad de la sustancia, a menudo se almacena en forma licuada.
Para la transición inversa a la fase gaseosa, se utilizan instalaciones especiales.
El oxígeno se almacena a alta presión en cilindros especiales, que están pintados de azul y tienen una inscripción especial en negro.
Dado que este gas es un agente oxidante fuerte, se imponen altas exigencias al procedimiento de llenado.
Antes de su uso, los contenedores y accesorios se revisan cuidadosamente para detectar daños mecánicos y se limpian de impurezas como aceite.
El reabastecimiento de combustible lo realiza únicamente personal cualificado que haya recibido una formación especial.
Durante el almacenamiento, los cilindros están protegidos de la luz solar directa.
Durante el transporte, se colocan en posición horizontal.
Se permite el transporte en posición vertical si se excluye la posibilidad de daño mecánico a los contenedores.